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¿Qué es la cerveza?

¿Qué es la cerveza?

Casi todo el mundo sabe lo que es una cerveza. O por lo menos sabe a qué sabe. Rara es la persona que no ha tenido entre sus manos este líquido milenario, aunque después no le haya gustado. Pero lo que muchos no saben es cuál es la composición de la cerveza, un gran desconocido pero no muy complicado de conocer.

 La base de la vida

 Lo primero, y algo que muchos olvidan, es el principal elemento: el agua. Antes éste era un elemento clave para la elaboración de la cerveza, ya que determinaba mucho el sabor de la mezcla. Hoy en día no tiene tanta importancia en cuanto a sabor. En muchas ocasiones el propio agua corriente se filtra y/o se somete a procesos químicos que consiguen obtener un agua más neutral, menos determinante a la hora de obtener un sabor u otro de la cerveza. Esto ha conseguido, por ejemplo, que las grandes marcas puedan hacer la misma cerveza en Burgos o en Sevilla, algo que hace no tanto era inviable.

 La malta

 ¿Qué es la malta? Pues simplemente se trata de granos de cereal (cebada y trigo principalmente) “aplastados”. La idea es dejar el grano en un punto intermedio entre su estado natural y la harina. La malta juega un punto capital en la elaboración de la cerveza. Se puede tostar más o menos para darle color a la cerveza, se puede usar más o menos cantidad para darle mayor o menor grado alcohólico y “densidad”, .... Las diferentes variantes de cerveza (Apa, Pale ale, Pilsen, Tostadas, Stout, Ipa, ...) vienen determinadas en su mayoría por el uso que se da a la malta en el proceso de elaboración.

 Lúpulo

 Ya hablamos anteriormente en este blog sobre el lúpulo. Se trata de un potente conservante natural que se introdujo en la cerveza en la Edad Media dentro de las abadías. Y no solo conserva, sino que da sabor y potencia alcohólica. Sí, dependiendo de los diferentes y casi infinitos tipos de lúpulo, las cervezas toman unos matices de sabor, color o graduación alcohólica. Así pues, se puede decir que lo que hace una cerveza mejor o peor en cuanto al sabor es el saber hacer del Maestro Cervecero a la hora de equilibrar el uso de la malta y el lúpulo.

 Levadura

 El último en llegar. La levadura es el ingrediente clave para que se produzca la fermentación de la cerveza. En sí es un descubrimiento de Pasteur en el año 1857 aunque el hecho de que la cerveza fermente siempre ha sido un paso esencial, de hecho es donde se produce el alcohol y se mezclan los sabores. Así pues, antiguamente lo que se hacía era contar con levaduras naturales, mucho menos efectivas que las actuales. Para reforzar la fermentación lo que se hacía es guardar lo que se conoce como ‘la madre’ para ayudar al proceso. Lo que se hacía era guardar cerveza ya fermentada y añadirla al proceso antes de que empiece la fermentación. Este añadido espoleaba a los fermentos naturales que ya estaban en la mezcla, aumentando las opciones de que se llevara a cabo una buena fermentación pero no asegurándolo, quedando muchas opciones de que el proceso funcionara a expensas de la pericia del cervecero.

 Actualmente la práctica totalidad de las cervezas llevan levadura. Es mucho más cómoda y asegura que la inversión tenga muchas más opciones de obtener un resultado óptimo. Quedan las cervezas tipo Lambic, elaboradas con fermentos naturales, pero eso ya lo trataremos más adelante en una nueva entrada del blog.

 

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